Seas una persona «miedosa» o no, si en cualquier sobremesa empiezan a comentar anécdotas o experiencias paranormales seguro que escuchas atentamente e incluso intentas aportar algo al tema. Nada da más que hablar que todo lo que rodea a lo desconocido. ¿Cuántos libros, películas, programas y podcast habrá sobre esto? Algo de lo que tanto se habla e investiga, pero de lo que no hay pruebas fehacientes de su existencia. ¿O sí?
Llevo años investigando sobre estos temas, yendo a sitios abandonados, practicando el tanatoturismo, charlando con testigos, acudiendo a sitios con gran actividad paranormal, pero no hablaré (de momento) sobre mis experiencias. Lo que yo te cuente no va a hacer que creas o no, ni tampoco es ese el fin de este artículo. Pero bueno, te hago la pregunta, ¿tú crees en la existencia de los fantasmas? La definición de existir es contundente: «Tener realidad física o mental». Con lo cual, es casi imposible que existan, ya que en caso de existir, no es algo físico, obviamente. Y supongo que tampoco algo mental. Yo NUNCA utilizo la palabra fantasma, suelo usar términos como «presencias» o «energías» y claro que creo, claro que he vivido experiencias y he tenido situaciones que no creeríais, pero es difícil hablar del tema. Mucha gente va a creer que mientes, esto está así fabricado, en los medios no se habla de forma clara sobre lo paranormal. Pero, piénsalo, si abrimos un informativo con un vídeo real de un avistamiento paranormal, la gente se volvería loca. Además ¿cómo sabríamos si es real?Internet está lleno de videos fake, de bulos y de historias falsas. También tenemos, en radio y televisión, espacios especializados en estos temas, en los que se discute de su veracidad, en la que hay coloquios, discusiones o simplemente se cuentan leyendas. Pero entre tanto fanatismo y videos falsos nos pasa un poco como la historia de Pedro y el lobo, que sí hay alguno real va a pasar inadvertido. Muchas veces a mí me han dicho que envíe mis videos a programas, que los suba o los comparta en redes, pero nunca lo hago. Y claro que tengo material, mucho, pero eso se queda para mí, no tengo que demostrar nada a nadie. Por eso para este artículo, en vez de contar experiencias mías, les he pedido a amigos y amigas que cuenten ellos mismos con sus palabras alguna experiencia que hayan vivido conmigo en estas excursiones tan «agradables». Alguno de estos amigos seguramente os suene.
Con Mark es con una de las personas que más sitios abandonados y paranormales he visitado por toda España:
«Yo creo que la vez que más corrimos fue cuando estábamos en un edificio infantil y tirábamos piedras al fondo de la habitación y te las devolvía al tobillo cuando la habitación no tenía salida y no había nadie. Y cuando apagamos las luces y algo, vete a saber qué, me acarició desde la cabeza hasta el hombro y estabais cada uno a más de dos metros de mí».
Yo recuerdo perfectamente aquel día, porque si ya es fuerte ver o notar una presencia, imaginaos que os toque, que os está tocando algo que no está ahí. Terrible.
«Su cara era seria, neutra, sin ninguna expresión»
Irene fue mi mujer durante más de un lustro, obviamente conmigo vivió varias experiencias. Ella recuerda especialmente la siguiente experiencia:
«Estábamos Héctor (Eude) y yo, era otoño y ya era de noche, íbamos andando por ahí y llegamos a un puente que hay para cruzar al otro lado y llegar a la ‘civilización’, cómo la llamo yo. Y justo, pisando el puente, él me dice: ‘No mires atrás’.Y claro, si alguien te dice eso, justo haces lo contrario por instinto. Por lo que me giré y vi andando a escasos metros nuestro a una chica joven, morena y con un vestido blanco. Empezamos Héctor y yo a andar un poco más rápido puesto que a esas horas era raro que hubiese gente por ahí y más aún que nosotros no nos hubiéramos dado cuenta antes de esa chica. Entonces Héctor me pregunta: ‘¿Dónde está la chica?’. Me volví a girar y de repente estaba aún más cerca y mirándonos con la cara seria, neutra, ninguna expresión. Así que empezamos a acelerar el paso campo a través hasta llegar a la ‘civilización’. Unos metros antes de llegar a las luces, nos giramos rápidamente y ya no estaba, no había absolutamente nadie, había desaparecido. No olvidaré esa cara jamás”.
Irene fue mi mujer durante más de un lustro, obviamente conmigo vivió varias experiencias. Ella recuerda especialmente la siguiente experiencia:
«Estábamos Héctor (Eude) y yo, era otoño y ya era de noche, íbamos andando por ahí y llegamos a un puente que hay para cruzar al otro lado y llegar a la ‘civilización’, cómo la llamo yo. Y justo, pisando el puente, él me dice: ‘No mires atrás’.Y claro, si alguien te dice eso, justo haces lo contrario por instinto. Por lo que me giré y vi andando a escasos metros nuestro a una chica joven, morena y con un vestido blanco. Empezamos Héctor y yo a andar un poco más rápido puesto que a esas horas era raro que hubiese gente por ahí y más aún que nosotros no nos hubiéramos dado cuenta antes de esa chica. Entonces Héctor me pregunta: ‘¿Dónde está la chica?’. Me volví a girar y de repente estaba aún más cerca y mirándonos con la cara seria, neutra, ninguna expresión. Así que empezamos a acelerar el paso campo a través hasta llegar a la ‘civilización’. Unos metros antes de llegar a las luces, nos giramos rápidamente y ya no estaba, no había absolutamente nadie, había desaparecido. No olvidaré esa cara jamás”.
En mi caso recuerdo mejor la sensación que sentí y no tanto la cara de la mujer. Es un poco como un tipo de ‘déjà vu’ que es el ‘déjà senti’, una sensación que recuerdo perfectamente pero que es casi imposible de explicar o comunicar.
Bekaesh: «Con la caída de la luz, empezaron a agudizarse los sentidos»
Pregunté también a mi querido Bekaesh (host de la Liga FMS entre otras muchas cosas) por Whastapp y me cuenta que:
«Aún recuerdo esos momentos con una mezcla de nostalgia y frío. Fue una tarde cualquiera, de un fin de semana cualquiera. Recibí una llamada tuya, donde me invitabas a dar una vuelta por un ‘pueblo abandonado’. Accedí con complacencia, iluso de mí, pensé que podría ser un buen plan poder ver los resquicios de un pueblo en desuso y observar las costumbres ya extinguidas de sus habitantes. Nada más lejos, después entendí que tus intenciones distaban de ser recreativas, al menos no lo que cualquier humano raso entiende como recreativo».
https://www.rtve.es/playz/20220214/negamos-paranormal-miedo-creer-existe/2289827.shtml